DON RAMÓN
Nombre.- Don Ramón 2012
Uva.- Tempranillo 25% y Garnacha negra 75%
Denominación de Origen.- Campo de Borja (Fuendejalón)
Bodegas aragonesas SA
Precio de mercado.- Poco más de dos euros
Precio de mercado.- Poco más de dos euros
Hoy os quiero presentar un vino que no es nuevo para mí. Llevo tomándolo desde hace varios años y siempre, independientemente de la cosecha, me ha resultado aceptable y con muy buena presencia. Como veis en este caso la apreciación os la he dado al principio puesto que como os digo es un vino de casa prácticamente.
Ya en el super hay que alargar la mano para poder cogerlo, lo que de por sí indica que es un vino que hay que ir a buscarlo, el que lo quiera que lo busque y lo coja. No es el es el vino que te quieran vender y te lo ponen fácil y a mano para que te lo lleves, como otros que he probado.
A pesar como os digo de las veces que he tomado este vino, nunca lo había hecho como en esta ocasión, delante de el y decidido a expresarlo e intentar extraer de el lo que tiene.
Deciros que la presentación de la botella me agrada. Hasta hace poco llevaba en el cuello de la botella una R con cera que lacraba una cinta roja y la fijaba. Muy coqueta, pero que no sé el porque ha desaparecido de la presentación. Supongo que será para ahorrar costes y mantener su cota de mercado. Cosas de ventas, vamos digo yo, pero en cualquier caso ha perdido encanto.
Nunca he decantado este vino y no lo haré ahora tampoco, así que directamente a la copa.
Su brillo es deslumbrante y con color rubí chispeante. Nos da pista de la juventud de la uva.
La capa, que es el grado de opacidad o transparencia del vino, es media aunque podríamos ver tras ella la hora de nuestro reloj.
La untuosidad, que es el grado de espesor del vino, es en este caso algo denso, y la caída en el interior de la copa homogénea, no dejando lágrima, aunque cuando seca deja algunas manchas sueltas. Residuos que caracterizan a un vino cálido.
En sus sucesivos olfateos y antes de sorberlo, notamos en el primero un penetrante olor a fruta madura y tras removerlo su aroma gana en frescor y mentol.
En posteriores y tras estar reposado hay olores a regaliz, del colorao, y toques dulces. También ha sido a multifrutas, a esas macedonias en almíbar y en ocasiones a menta, sobre todo en la retronasal que es prolongada y reafirma esos olores.
Sorbido, en boca es suave en la entrada. Aunque parece que pide permiso enseguida se ocupa de llenar cada una de las mucosas y no se determina por ninguno de los sabores, haciéndolo en boca equilibrado y amplio.
Como veíamos antes la retronasal en prolongada y reafirma los olores redondeándose en cada sorbo.
De cuerpo algo denso, como veíamos en su untuosidad, lo que no es un defecto, cada cosa tiene su grado y en este caso lo agradece y lo equilibra perfectamente con la calidez que ofrece en cada sorbo.
El tanido en boca y después del primer trago tras una pequeña tapa, es sedoso y sin astringencia, no reseca la lengua y es agradable al paladar. En ocasiones resulta dominante y si tomamos aire se reafirma y prolonga.
Como también os decía al principio, hace varios años que tomo este vino y por ello lo he acompañado prácticamente con cualquier plato y realmente es aconsejable hasta con los postres. Porque la última vez que lo he tomado se alargó hasta acompañar un bizcocho de melocotón y a un delicioso brownie. No llevábamos otro licor y funcionó.
Recomiendo tener dos botellas en casa, yo siempre las tengo. Por si con una no llega.
Y dos copas.
Y dos copas.
Muchas gracias.
Un saLudo.
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