domingo, 30 de marzo de 2014

BORSAO Barrica 2011

BORSAO


Nombre.- Borsao Barrica 2011.

Uva.- 60 % Garnacha y 40 % Tempranillo.

Denominación de Origen. Campo de Borja.

Precio de mercado.-  2,20 €


Esta semana os presento este vino que también trae tras de sí una buena trayectoria en cuanto a su aprecio por parte de catadores por su perfecta relación calidad precio. Este vino en concreto, como el de Garnacha mística que ya os presenté hace unas semanas, son de venta en exclusiva en los supermercados Mercadona, ese de las letras redondeadas verdes. 

En el caso de este vino en concreto, su coupage, que no es otra cosa que la mezcla de las uvas con las que esta compuesto, se lleva a cabo tras el envejecimiento del caldo en barricas por separado, entre seis y ocho meses, y posteriormente su ensamblado final, que es su fusión, se termina de realizar en botella.

A pesar de conocerlo, como os decía, desde hace unos años, tenía pensado iros presentando éste, como otros que os he presentado, salteándolos con otros que cataba semanalmente, pero, aprovechando que este sábado he estado en un cumpleaños y  los anfitriones eran conocedores asimismo de este vino, pues me dejaron iniciar la degustación.

Lo primero que hicimos fue sacarlo de la nevera. Debíamos atemperarlo antes de catarlo. Lo que sí hicimos fue descorchado y servir dos copas para que fuese aireándose mientras tomaba temperatura. No fue decantado. Ese tiempo abierto y las dos copas servidas serían suficiente.

Mientras se terminaba de preparar el ágape, y en una esquina de la mesa, tomé mis primeras notas. 

Su color es rojo brillante en copa, aunque en su caída nos ofrece reflejos marrones que estimo por la garnacha. Su borde es rubí, por el tempranillo.
La fluidez que va dejando en la copa al oscilarla, nos ofrece una untuosidad media. El goteo es uniforme. Me daba pistas que al sorberlo sería de densidad media baja.

Su aroma primario es claro de fruta madura. Rojas. Esa fresa que parece pocha, jugosa. Ese aroma se aviva al remover el líquido girando la copa, da frescor y aumenta su intensidad. Es curioso como esa oxigenación al removerlo obtiene ese inmediato efecto de frescor.
Afortunadamente ese frescor se mantiene durante el resto de cada sorbo que daba. Porque como hemos dicho en otras ocasiones, es necesario oler a la vez que sorbemos, si queremos degustar, que de eso se trata, no beberlo para tragar.

Habría que idear otros modos de oxigenación que no dudo pueda mejorar el olor y por supuesto el sabor de los vinos. Digo esto tanto para este vino como para otros, y claro, si se lo merece.

Tomamos el primer sorbo aspirando ese poco de aire y haciéndole a ambos removerse por la boca antes de tragarlo estrellándolo contra el paladar.
En boca nos ofrece un cuerpo de densidad moderadamente ligera. Ya sabíamos al observarlo que debería ser así. Pasa rápido por la boca, pero deja huella en cada una de sus mucosas. Aunque no es de efecto prolongado en cuanto a su sabor, si a su frescor.

Nos puede parecer en ocasiones que pueda despuntar un sabor determinado,  entre los que nuestra lengua detecta, ácido, amargo dulce o salado, pero que finalmente redondea entre todos. Por ello podemos decir que su sabor es equilibrado.

Su retronasal, que es la salida del aire por la nariz, aunque reafirma el afrutado de su gusto, es corta. 

Su tanino suave va aterciopelándose a medida que lo tomamos. Agradable al paladar.

Este vino es de maridaje perfecto. Como os decía, en el cumpleaños fue sumando comensales que se apuntaban a tomarse una copa,  superando en su consumo a las  cervezas. Por supuesto que abrimos otra botella, y hasta vertimos una copa en la mesa.

Un cumpleaños feliz.
Felicidades Francisco.

Muchas gracias.

Un saLudo.











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