SEÑORÍO DE FITERO
Nombre.- Señorío de Fitero. Roble
2011.
Uva.- Garnacha.
Denominación de Origen.- Navarra
Precio de mercado.- Poco mas de 2
euros
Cuando buscaba en el super el
vino que tomaría esta semana, encontré este de presentación austera, con su
etiqueta como envejecida, fea, y que en ocasiones puede ocultar un mayor derroche
en cuidado interno. En cualquier caso, lo que finalmente me decidió a cogerlo
fue el ver la señalización en rojo de la uva del que procede GARNACHA, a modo de reclamo. Así que, a la cesta.
Además, completé la compra con unos cuartos de pollo para hacerlos en salsa,
creo que le irá genial.
Como hemos hecho en ocasiones
anteriores, por sus tres meses en barrica de roble, decantamos el vino y
dejamos se oxigene un rato.
Su densidad cayendo llama la
atención. Me ilusiona ya de antemano. Parece que tendremos un vino recio y
fornido para degustar.
Al servirlo en la copa se le ve
color turbio, marrón oscuro que no atrae. Además le veo unas burbujitas, puede
que tenga un poco de carbónico, bien por fermentación en botella o por poseerlo
el vino antes del embotellado. Luego veremos como lo notamos al olfatearlo.
Para ver su untuosidad,
balanceamos un poco la copa para que el vino impregne el interior y vemos que
la caída el vino es muy lenta dejando marcas como lágrimas, manchando incluso
la copa.
Seguidamente, acerco la copa a la nariz y olfateo un par de segundos. Con este primer proceso noto un aroma terroso, a tierra, como cuando removemos la arena de las macetas o regamos. Aunque no despende mal olor como si esas burbujitas fuese debido a un mal estado del vino.
Para el segundo olfateo giramos
el vino en movimientos circulares de la copa, En este nuevo análisis se
reafirma lo anterior, es mas mohoso tal vez. Lo que hemos comprobado además, es
que esas burbujitas que tenía, desaparecieron cuando giramos el vino.
Para completar el proceso de esta
fase olfativa, volvemos a hacerlo, notando en esta ocasión olor a setas
cortadas. Habría que investigar un poco con la bodega y conocer la edad de la
barrica.
En cualquier caso, lo estaba deseando probar. Conocedor de mi atracción por este tipo de uva, quería saber si el gusto remontaba la calificación global.
Al primer sorbo y removido en la
boca con la lengua, lo estrellamos contra el paladar y que inunde toda la boca,
tragándolo acto seguido. En boca, resulta de intensidad media, aunque deja
huella. Su sabor resulta levemente ácido, en principio con toques de amargor.
Su retronasal no es muy fuerte, reafirmando la fase olfativa.
En los músculos de la boca nos
deja una untuosidad generosa, de cuerpo amplio, como ya veíamos lo que hacía en
la copa.
Además este sorbo nos da
calidez y eso es debido a la acidez que
hemos detectado anteriormente.
Para determinar los taninos de este vino, lo acompaño con una rebanada de pan integral tostado con un poco de paté. Tras un generoso sorbo, puedo detectar que su tanino es áspero, dejando sequedad de la boca poco agradable, aunque eso da sensación de necesidad de tomar otro sorbo y que luego de tomarlo desaparece.
Con estos antecedentes claroscuros no lo descarto para seguir con él para el resto de la comida. Así que lo llevo a la mesa donde ya tenia preparados esos cuartos de pollo en salsa, con los que no fue mal y se dejo beber
Aún así, estimo este vino iría
bien con quesos mohososo, bien curados, y chacinas ibéricas.
Aunque creo que no lo volveré a
comprar.
Un saludo.
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