Nombre.- La Llanura. Crianza
2009
Uva.- Tempranillo 100%
Denominación de Origen.- La Mancha
Manzanares (Ciudad Real)
Manzanares (Ciudad Real)
Precio de mercado.- 2,50 euros
Hola buenas.
Este vino que
evaluamos esta semana podemos considerarlo como la segunda parte de la
publicación de la semana anterior. Y lo puede ser debido a que se hizo al día
siguiente y en el mismo viaje de regreso a casa después de las vacaciones de Semana Santa.
En esta
ocasión y después de desayunar en Sevilla, fuimos hasta Linares donde paramos
para pasar unas horas con la familia. Después de un rato de agradable charla y
juegos con los más pequeños y mientras
se terminaba de preparar la comida, nos decidimos a realizar la cata de este
vino de entre otros que tenía.
Deciros que no
lo conocía con anterioridad, pero el nombre no me desentonó. Sabiendo lo
conocedores y seguidores que son tanto mi
hermano como mi cuñada de un cantante y del cual también comparto
admiración, vi normal el nombre de ese vino.
Pues decidido
el vino y el momento de catarlo no podíamos esperar más, así que se descorchó y se sirvió
en dos copas.
Ya en la
caída, observé un color oscuro, ese al que le llaman color teja, pero no chocante al menos para mí, porque mi
hermano decía que el lo hubiese tirado. Incluso me costó convencerle para que no lo vertiese por el
fregadero creyendo que podría estar malo o no se que se pensaba.
Sí, en principio es una de sus mas destacadas contrariedades, ese color poco lúcido.
Sí, en principio es una de sus mas destacadas contrariedades, ese color poco lúcido.
La fase visual
no terminó ahí. Se comprobó la fluidez en copa y nos aportó un grado de
untuosidad medio.
Cuando iniciamos la fase olfativa, las primeras inhalaciones nos introdujo en una vorágine de olores diversos, los cuales se fueron neutralizando y
determinando a la vez que el vino se fue aireando.
Sí, deberíamos haberlo oxigenado en un pequeño decantador. Pero bueno, poco a poco lo hicimos en copa. Aireado, y si en un principio nos parecía muy confuso, en pocos momentos nos determina un aroma frutal maduro y los siguientes a especies y tostados, con clara referencia al roble de barrica.
Sí, deberíamos haberlo oxigenado en un pequeño decantador. Pero bueno, poco a poco lo hicimos en copa. Aireado, y si en un principio nos parecía muy confuso, en pocos momentos nos determina un aroma frutal maduro y los siguientes a especies y tostados, con clara referencia al roble de barrica.
A continuación realizamos la degustación. Lo hacemos a la vez, con un chin nos enfrentamos a
dar el primer sorbo. Tras una generosa ingesta de líquido y removido con suavidad, ofrece un sabor que, aunque
generalizado y con amplitud finalmente se determina por un amargor que queda como pendulando en la garganta, sin
querer marcharse. La retronasal es afrutada pero no persistente.
Su tanino es
marcado y deja una ligera sensación de sequedad que mantiene abierto el deseo de tomar otro sorbo.
Tuvimos
ocasión de probarlo tanto con carne asada como con pescado y con ambos se
mantuvo. Acompaña bien con platos que lleven salsa que alterne la sequedad
de su tanino.
Resulta ser un
vino sabroso, cálido y con cuerpo carnoso. Se tomó saboreándolo en cada trago, fue ganando
con cada sorbo y acabó animándonos a tocar con las guitarras unos acordes de “A
mi manera”.
Muchas
gracias.